25 de marzo de 2010

Racionalismo y empirismo ante el problema del conocimiento




A continuación, dejo a su disposición un texto que les permitirá trabajar algunos conceptos claves de epistemología. Espero que les sea aclaratorio.



Grandes filósofos del Siglo de las Luces
Racionalismo y empirismo ante el problema del
conocimiento.

David Hume y René Descartes y sus doctrinas
fundamentales




Por Marcelo Ferrando, en 5 de Noviembre de 2008

Hoy en día vemos el mundo tan sencillo y tomar decisiones o una posición determinada ante diversos acontecimientos nos resulta una tarea para nada dificultosa, ¿pero se imaginan cómo sería nuestras vidas en pleno Siglo de las Luces, antes de la llegada de Kant y sus famosas doctrinas?


Seguramente nos hubiéramos basado en las teorías religiosas para basarnos en nuestras vidas, al menos hasta la llegada de dos autores más que importantes para nuestra historia y más que nada para nuestras vidas, René Descartes y David Hume, cada uno de ellos con una posición opuesta sobre el conocimiento y su desarrollo que en este momento vamos a analizar.

O al menos a intentar mencionar comprendiendo sus aportes más importantes, cada uno desde su propio punto de vista, pero siempre analizando un mismo hecho, el problema del conocimiento al cual abordan desde dos perspectivas. Por un lado, Descartes desde el Racionalismo, y por el otro Hume y el Empirismo. Y esa será la temática a tratar hoy, el problema del conocimiento enfocado desde estos dos puntos de vista.


Dos puntos de vista que coincidían en varias cosas, entre ellas la necesidad de llegar a verdades universales o al conocimiento verdadero empleando para ello la razón separándole tajantemente de la fe diferenciándose así de Gillermo de Ockam y de la misma Iglesia Católica, abordando el conocimiento desde las bases de la misma ciencia.


Lo que buscan ambos es el criterio de certeza, cada uno potenciando su propia doctrina. Así Descartes por ejemplo llega a él siguiendo a la razón, mientras que Hume lo hace a través de la experiencia. Pero no es tan sencillo como parece y hasta la llegada de Kant la decisión a tomar estaba muy difícil, y sobre todo no eran concordantes entre sí, lo que llevaba a partir en dos a los intelectuales de la época.


El Racionalismo propuesto por René Descartes creía que nuestro conocimiento era innato, es decir nacíamos con un gran poder de razón y ello nos permitía analizar cada una de las etapas de nuestras vidas y solucionar los problemas o sortear obstáculos empleando para ello la razón.
Hume y el Empirismo por su parte, creían lo contrario, la mente al nacer es una “tabula rasa” (tabla en blanco) al la cual le agregamos conocimientos exclusivamente a medida que vamos justamente, conociendo el mundo y obtenemos experiencia. No cree en absoluto que existan ideas que no provengan de la experiencia, por lo que descarta al racionalismo de plano.

El razonamiento de Hume hasta aquí no está tan equivocado, pero se olvidaba de algo, la percepción del ser humano y el empleo de los sentidos para aprender, el punto en el cual apostaba Descartes a la hora de formalizar su doctrina, pero claro, se encontraba en el polo opuesto a Hume por lo que creía que la experiencia no servía para nada, literalmente.

Hume define a la experiencia como un conjunto de impresiones de las cuales desconocemos sus causas. Si en este momento hubiera pensado un segundo en el razonamiento que planteaba Descartes, todo hubiera sido más sencillo, pero como mencionamos, negaba el uso de la razón sin experiencias.


Pero también concuerdan en otros aspectos, como por ejemplo el análisis de la conciencia es el punto de partida tanto para el racionalismo como para el empirismo, es decir que toman al propio ser humano como punto para una reflexión filosófica. ¿Por qué hacen esto? Porque las filosofías anteriores no habían obtenido ningún resultado positivo para el hombre. Por un lado la Filosofía Antigua tomando el mundo como base de su análisis, y por otro en la Edad Media al mismo Dios.


Ambos impulsan buscar lo mismo en cada uno de los hombres, el famosos “yo pienso“. Una vez que lo obtienen, los enfoques de su estudio varían ya que Hume y el empirismo en general analizarán los contenidos de la conciencia, mientras que los racionalistas comandados por Descartes buscarán el análisis del contenido del pensamiento.


Y aquí parte el problema del conocimiento en ambos autores y de este análisis es que derivan las dos corrientes mencionadas anteriormente. Aquellos que hurgaban en el pensamiento del ser humano, basándose en resultados que sólo obtenían a la razón fueron denominados racionalistas, mientras que aquellos que procuraban encontrar resultados o la verdadera certeza en la conciencia fueron denominados empiristas.


Al negar la existencia de otra posibilidad, nunca pensaron lo que Kant si adoctrinó después, la unión de ambas corrientes como forma de obtención de la certeza. Es Kant quien logra unir los eslabones de esta cadena aduciendo que es todos conocemos ciertas cosas por el uso de la razón y por cuestiones lógicas, pero también que a través del conocimiento, podemos perfeccionar nuestros pensamientos y sobre todo, ampliar todo lo que conocemos.


De todas formas y pese a sus posiciones extremistas, el planteo de problemas del conocimiento tanto de Descartes como del propio Hume significó un importante quiebre en el pensamiento de la época, abriendo una brecha con la Iglesia y sobre todo impulsando a los hombres a emplear la razón para determinar las cosas, dejando de lado la fe para obtener conocimiento.


Gracias a ellos, y conjuntamente a Kant que unió los hilos faltantes, es que hoy vemos todo de una manera diferente y completamente racional, algo que era casi imposible en pleno siglo XVIII donde la Iglesia Católica dominaba todo el pensamiento de la época a través de las creencias y de la fe. La aparición de estos pensadores en cierta forma liberó a los hombres de sus cadenas procurando que cada uno de ellos sea capaz de razonar por sí mismos.

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